ya hace tiempo del fin de semana de regreso a Ávila para despedir a mi abuelo, pero desde entonces no he escrito nada por aquí y han pasado unas cuantas cosas... Pero lo primero es lo primero y tenía que publicar este homenaje a mi abuelo que escribí mientras todo el mundo estaba en la iglesia escuchando las chorradas del hombre de negro. No sé si molestgaría que no entrara o si alguien se dió cuenta siquiera, pero la verdad me importa una mierda, creo que dedicar esos minutos a pensar y escribir sobre él son mucho más respetuosos que andar levantandose y sentandose al ritmo de las palabras papagayas y sin sentimiento de un señor que no conocía de nada a mi abuelo.
esto es lo que escribí a la puerta de la iglesia:
Él deambulaba
aveces ni eso.
Y me hubiera
gustado tanto
saber tanto.
Aveces hablé
y él contaba
días de servir
a señoritos
y me gustaba
saber un poco.
Algunas tardes
entre sus sietas
y aquellas cenas
parecía ser
y me gustaba
que él fuera.
Pero quería
haber oído
tantas y tantas
historias suyas
de las guerrillas
y cocineros.
De sus recuerdos,
que los inventé
entre sus frases
y muchos sueños,
no la tengo a ella.
Nadie habló
de amor
pero él murió
hace once años
con ella.
Sus ilusiones
su corazón
su odio...
se fueron
con ella
y es sólo
recuerdos
prohibidos
y risas
muertas.
Y aún era él
entre sus siestas
y algunas cenas.
Aún era
si podía ser
sin ella.
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3 comentarios:
De cutre nada, señor. Muy bonitas tus palabras... y sentidas, que es lo importante.
Y enhorabuena, vaya año que lleváis.
Lannegan, "levantándose y sentándose" sí señor qué gráfico, siempre me ha parecido absurdo ese contínuo de pie, sentaos, de pie, sentaos, frasecita, de pie, frasecita, canción... así contínuamente. ¿Eso es una religión? A mi me prece una obra de teatro, representación, bastante aburrida e insulsa.
En cuanto al sentimiento del hombre de negro, no sabemos como él lo sentiría desde su subjetividad, seguro que menos que vosotros claro. Eso ya depende de su profesionalidad y de que no sea un burócrata repartidor de sacramentos :P
El poema no me ha parecido cutre, si no sencillo y corto. Y eso no le quita valor. Joder no hace falta ser un rebuscado Góngora (me suena del cole)o un Cervantes para escribir. Si fuera cutre te lo diría, y la cutrez a veces no está reñida con la grandeza, mira eskorbuto, su cutrez en la música pero su grandeza en su mensaje y en su actitud, sin querer mitificar.
Apoyo a Miguel (sin que sirva de precedente): de cutre nada.
Tu homenaje está lleno de ternura.
Por cierto, mi abuelo consiguió que me fascinaran los trenes
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